OTRA FORMA DE CONSUMIR ES POSIBLE

Echando la vista atrás nos damos cuenta de que casi todos nuestros documentales han girado en mayor o menor medida alrededor de los tiburones. Y no es que lo hubiésemos planeado, simplemente estos maravillosos animales se han ido cruzando en nuestro camino por donde quiera que fuéramos. Con cada trabajo hemos ido ahondando en sus problemas, maravillándonos con sus peculiaridades y siendo más conscientes de la falta de interés generalizada que hay por su protección.
Y es que los tiburones no tienen muchos amigos. Así como las ballenas o los delfines despertaron el interés general allá por los años 90 movilizando a montones de gente que consiguieron establecer leyes para su protección, los tiburones nunca han tenido tanta suerte. Son los grandes desconocidos y los más incomprendidos de nuestros mares. También los más injustamente retratados del reino animal,  todo hay que decirlo.

Por eso estos dos últimos años los hemos dedicado a trabajar para proteger a los tiburones. Por un lado participando de forma activa en la campaña española de la Iniciativa Ciudadana Stop Finning – Stop the Trade, que pretende prohibir el comercio de aleta de tiburón en la Unión Europea, y por otro produciendo el documental que presentamos mañana, Rumbo al Pasado, en el que alertamos de la preocupante pérdida de biodiversidad asociada a la desaparición de los tiburones de nuestras aguas.

El comercio de aleta es uno de los principales problemas a los que se enfrentan los tiburones hoy en día, pero no el único: el aceite de su hígado también es muy demandado por la industria cosmética. Así que mira bien en tu tocador, porque es posible que estés contribuyendo a la extinción de estos maravillosos animales sin saberlo.

¡CUIDADO, HAY UN TIBURÓN EN TU CREMA!

Los tiburones, a diferencia de la mayoría de los peces óseos, carecen de vejiga natatoria, una especie de “flotador” interno que les ayuda a controlar su flotabilidad. Para este fin ellos utilizan el escualeno, un aceite que, al ser menos denso que el agua de mar, les ayuda a regular su flotabilidad y facilita sus desplazamientos verticales. Lo almacenan en el hígado, que puede llegar a ocupar una cuarta parte del cuerpo del animal.
También el escualeno se encuentra en nuestra piel de forma natural. Es parte del sebo que la mantiene hidratada (representa un 15-20% de este). Con el paso de los años su producción disminuye y la piel tiende a deshidratarse con más facilidad. Por eso muchos productos cosméticos utilizan escualeno en su composición, ya que es un gran aliado para hidratar la piel y frenar el envejecimiento cutáneo.

Desde que comenzó a usarse, la demanda de escualeno se ha cubierto con el aceite que se extraía del hígado de los tiburones. Ahora sabemos que el escualeno está también presente y se puede extraer de algunos vegetales como el germen de trigo, el salvado del arroz, el aceite de oliva y principalmente, de la caña de azúcar.

Son ya muchas las marcas de cosmética que han optado por sustituir el escualeno de sus fórmulas por alternativas vegetales. Y la presión de los consumidores hará que otras muchas se vayan sumando poco a poco. Nosotros insistimos siempre en que “si no lo compras, no lo venden”.

KUN-TU LIFE FRIENDLY

Cuando Sandra y Martín (Kun-tu) nos propusieron conocernos para buscar vías de colaboración sabíamos que este encuentro llegaría a buen puerto. Conocíamos la marca desde hace tiempo, nos seguíamos mutuamente en redes sociales y sabíamos que compartíamos valores.

Kun-tu es una marca de cosmética vegana, pero no vegana sin más, también es cruelty free, lo que indica que sus productos, además de no estar hechos con ingredientes animales, no han sido testados en animales. En su corta carrera han recibido varios premios internacionales que avalan su compromiso con el cuidado del medioambiente. 

Pero sin duda, el nexo definitivo de unión lo encontramos en su compromiso con los océanos. Kun-tu no utiliza escualeno procedente del tiburón sino que lo ha sustituido por escualeno vegetal producido a partir de aceite de oliva. Tampoco usa filtros solares químicos en su crema facial, sino que utiliza filtro físico de origen mineral y libre de nano-partículas, que protegen de las radiaciones solares sin dañar los arrecifes de coral. Además, su packaging está libre de plásticos y es 100% reciclable. Pero lo mejor es que no hace falta reciclarlo, porque han creado un sistema de reutilización de envases (sí, como las botellas de cristal de cuando éramos pequeños) por el cuál el mismo repartidor que te entrega un pedido recoge los viejos envases para reutilizarlos y así el cliente puede beneficiarse de un descuento en su próximo pedido.

Como consumidores responsables que somos debemos mirar con lupa los productos que compramos para estar seguros de que nuestro dinero apoya proyectos que realmente estén alineados con nuestros valores.

El resultado de esta reunión lo podréis ver en el evento de mañana. Un evento en el que presentaremos nuestro documental Rumbo al Pasado en Madrid y hablaremos de tiburones, sostenibilidad y cosmética. ¡Os esperamos!

Queremos dar las gracias a Kun-tu por su generosidad y confianza. A Sandra y a Martín por creer (y convencernos) de que otra forma de consumir es posible. Al Hotel Me Madrid por ser ejemplo de sostenibilidad y a la 15 Segundos por la inmejorable organización.