¿Hay postureo en la moda del Zero Waste?

El otro día una amiga que trabaja en un almacén de logística me decía: – sí, si está muy bien que las empresas cobren las bolsas y que ofrezcan alternativas sostenibles al uso de plástico, pero tendrías que ver la cantidad ingente de plástico y cartón que desechamos cada día en el almacén.
Y eso me dio que pensar, porque es verdad que cada vez son más las empresas que se suman a la moda del Zero Waste de cara al cliente, pero ¿cuántas de ellas están atendiendo al problema de forma global en toda su estructura?.
Si echamos un vistazo rápido a cualquier supermercado, por ejemplo, vemos un montón de incoherencias. A principios de año Mercadona anunciaba a bombo y platillo la eliminación de las bolsas de plástico de sus cajas (ojo, para sustituirlas por bolsas de plástico fabricadas en un 50%-70% con material reciclado) mientras que, en paralelo instalaba en sus centros los nuevos puntos de acabado en los que se procede a un doble envasado de un mismo producto cárnico.
Y hace tan solo unos meses celebrábamos que Carrefour por fin ofrecía bolsas de tela para comprar la fruta y verdura a granel, mientras que en la puerta de algunos de sus centros ofrecía globos gratis para que los niños estuviesen entretenidos mientras los papás hacían la compra.
Sin duda hay mucho postureo y tenemos que ser críticos a la hora de valorar las medidas de las grandes empresas. Pero también tenemos que darnos cuenta de que cada paso que dan nos acerca a una forma de consumo más sostenible, y no solo eso, sino que estas medidas sirven de recordatorio para que nosotros, los clientes, hagamos una compra más consciente y también para que otras empresas se animen a no quedarse atrás en este camino.

Por eso desde We Are Water celebramos la nueva medida de Decathlon para dar salida a todos estos desechos plásticos que se generan sus almacenes. Ahora, al lado de la línea de cajas, han instalado unos contenedores en los que ofrecen las bolsas y cajas de su logística para su uso libre de forma gratuita. Y también puedes dejar en ellos las bolsas de plástico que ya no necesites para que otros las puedan utilizar.

Y es que, en este largo camino que nos queda por recorrer hasta la eliminación total del plástico de nuestras vidas, cada gesto cuenta. Así que, si a la vez que trabajamos para reducir nuestro consumo, nos esforzamos por reutilizar los productos plásticos de los que de momento no podamos prescindir, estaremos contribuyendo a reducir la producción de nuevos plásticos y reduciendo, por tanto, la posibilidad de que estos acaben donde no deben.