Viajar sin plástico

Antes de la llegada de los primeros turistas, en los años 70, en Maldivas la utilización de plástico era residual, prácticamente inexistente. Hoy, cerca de un millón y medio de turistas visitan cada año las Islas Maldivas y la cantidad de residuos plásticos que generan es imposible de asumir por un país cuya superficie es en un 99% agua. Esto pasa en otros muchos lugares del planeta. La llegada del turismo ha multiplicado el consumo de plástico en países en los que no disponen de la infraestructura ni los recursos para gestionar todos esos residuos de una forma efectiva y respetuosa con el medio ambiente.

Nosotros, como turistas, nos sentimos responsables de esta situación y por eso en los viajes intentamos reducir al mínimo nuestro impacto en el entorno.

Una de las basuras que más nos cuesta evitar en los viajes son las botellas de plástico. Nos parece impensable prescindir del agua embotellada en cuanto salimos de nuestra ciudad y en realidad, en muchos lugares el agua del grifo es potable y no entraña ningún riesgo beberla. Además, nos hemos acostumbrado a que al pedir agua en un restaurante nos la traigan embotellada, casi siempre si preguntar. Y es algo que la mayoría aceptamos casi mecánicamente, sin discutirlo. Así que, desde hace algún tiempo, decidí hacer un ejercicio de conciencia y especificar siempre que quiero agua del grifo. Os animo a hacerlo, nunca me han puesto pega alguna en ningún sitio.

Este verano, además, hice hueco en mi mochila para mi botellita de aluminio (vacía no pesa nada y mantiene el agua a buena temperatura por el tiempo suficiente para beberla). La verdad es que me sorprendió la cantidad de veces que pude prescindir de comprar agua embotellada a lo largo de nuestro viaje por Hong Kong y Filipinas. Para empezar, en la mayoría aeropuertos hay fuentes de agua potable gratis (¡y fresquita!). En los aviones las azafatas te la rellenan sin problema y así evitas, además, el uso de vasos de plástico durante el vuelo. Una vez en destino, cada vez es más habitual encontrar bidones de agua mineral en la recepción de hoteles y guesthouses. En Filipinas encontramos, incluso, dispensadores de agua potable en plena calle en los que, por unos pocos céntimos (muchos menos de lo que te costaría comprar una botella), puedes rellenar con agua potable tu propio recipiente.

Automatic tubig machine

Así que para minimizar tu huella plástica durante los viajes, lleva siempre contigo tu botella reutilizable por si acaso.